Me he convencido en entramar cordura todos estos meses. Un trabajo de mano a mano, paso a paso cerebro y llanto. Me he convencido de seguir vivo y que me merezca la pena estarlo. Y aún así pienso que la felicidad que tanto ansiamos es solo la unión más pura, equilibrada (y por ello perversa) de deseo y temor. Por eso condensamos en nuestros minutos todo lo que deseamos de la vida y todo lo que tememos de la muerte. Esa es la única forma que conocemos de vivir siendo felices.
Y resulta que mi equilibrio necesita más de mi deseo de vivir cerca de ti ahora, más ajedrez, guitarra y mirar el techo juntos por la noche.
Pero resulta que mi equilibrio también quiere más temor a huir para ser enterrado sin ser señalado, y que no me importe tanto caminar solo.
Admito que mi equilibrio necesita más deseo y temor para seguir destilando felicidad.
Y sobre todo reconozco que mi equilibrio necesita un poco más de ti y no tanto de mí.
12 jun 2019
5 jun 2019
Estrella marrón sobre fondo verde.
La forma menos sana de despertar,
es mirando el marco desde el que duermes.
El foco de luz que siempre me ciega
y hace apartar la mirada.
La forma menos sana de vivir,
es viendo esos pedazos de ti que aún viven aquí.
Dentro de mí hay un tanto de ti,
mi batacazo de bandera, tu poesía.
La única forma que tengo de seguir adelante,
es ser brillo de estrella sobre bosque,
reconocer perdedores y temblores.
Mi caída de ser uno, a no ser nadie.
Ser libre, luego esclavo,
volar, verme derrotado,
flotar entre ramas, aterrizar en roca,
nunca rendirse, entregarse atado.
Estrella marrón, sobre fondo verde.
es mirando el marco desde el que duermes.
El foco de luz que siempre me ciega
y hace apartar la mirada.
La forma menos sana de vivir,
es viendo esos pedazos de ti que aún viven aquí.
Dentro de mí hay un tanto de ti,
mi batacazo de bandera, tu poesía.
La única forma que tengo de seguir adelante,
es ser brillo de estrella sobre bosque,
reconocer perdedores y temblores.
Mi caída de ser uno, a no ser nadie.
Ser libre, luego esclavo,
volar, verme derrotado,
flotar entre ramas, aterrizar en roca,
nunca rendirse, entregarse atado.
Estrella marrón, sobre fondo verde.
23 mar 2019
Bramidos imperfectos de la humanidad
Un destilado de miedo y dogma,
argucias obstinadas al pastoreo de masas
grises y dormidas; éste rebaño de ovejas.
Donde el extremismo es aberración
e incultura con gritos de viva la muerte,
y ser moderado ya es aceptar no pensar.
Me huele a cerrado tu odio, a cuneta tu sotana,
que por convencer a millones todo crees correcto:
de tus cruzadas mi rebelión.
Sé decir que no a tus promesas de cielos e
infiernos para rebeldes y brujas quemadas.
No sé si habrá corona, ni luces cuando nos vayamos,
pero sé que Dios es solo un invento
de los bramidos imperfectos de la humanidad.
argucias obstinadas al pastoreo de masas
grises y dormidas; éste rebaño de ovejas.
Donde el extremismo es aberración
e incultura con gritos de viva la muerte,
y ser moderado ya es aceptar no pensar.
Me huele a cerrado tu odio, a cuneta tu sotana,
que por convencer a millones todo crees correcto:
de tus cruzadas mi rebelión.
Sé decir que no a tus promesas de cielos e
infiernos para rebeldes y brujas quemadas.
No sé si habrá corona, ni luces cuando nos vayamos,
pero sé que Dios es solo un invento
de los bramidos imperfectos de la humanidad.
16 feb 2019
Malnacidos y mecidos
Ondea blanca la marea sin mástil,
con el deseo de despertarme más tranquilo,
ensimismado y no del todo pendiente.
Traslado mi expediente a una cabaña,
pequeña y reina de alguna parte
y del sondeo a mis engaños.
Ella camina tan firme que arranca,
un aplaudir de luces y marcas, castañuelas,
enmarcadas en copos de nieve y cuatro paredes.
Firma con desidia el pacto de caballeros,
si los bramidos del Este no te dejan descansar,
coge tu atajo camino a mi pecho y rompamos todos estos techos,
coloquemos en orden prioridades abstraídas en el hambre más feroz.
Pongamos en peligro mi torpeza y tu ceniza,
poder olvidar este mundo efímero y lo ignífugo del sol,
si somos un poco más adultos echándonos gasolina y chispas encima,
troquela el alma la determinación de que solo tú no ardes,
perfora el alma la elección de que solo yo sé hacerlo.
con el deseo de despertarme más tranquilo,
ensimismado y no del todo pendiente.
Traslado mi expediente a una cabaña,
pequeña y reina de alguna parte
y del sondeo a mis engaños.
Ella camina tan firme que arranca,
un aplaudir de luces y marcas, castañuelas,
enmarcadas en copos de nieve y cuatro paredes.
Firma con desidia el pacto de caballeros,
si los bramidos del Este no te dejan descansar,
coge tu atajo camino a mi pecho y rompamos todos estos techos,
coloquemos en orden prioridades abstraídas en el hambre más feroz.
Pongamos en peligro mi torpeza y tu ceniza,
poder olvidar este mundo efímero y lo ignífugo del sol,
si somos un poco más adultos echándonos gasolina y chispas encima,
troquela el alma la determinación de que solo tú no ardes,
perfora el alma la elección de que solo yo sé hacerlo.
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