18 nov 2012

Le jodió un italiano



Las luces del bar eran fuertes
Como en cualquier otro bar.
Estaba callado, borracho,
Con un vaso en la mano lleno de emoción
Y la cabeza vacía.
Las luces del bar cegaban,
Recuerda.
Pero no importaba
siempre y cuando hubiera algo que beber
Y la petaca estuviera en su sitio.
No sentía nada, solo la luz,
La música,
Y el movimiento de aquel teatro humano
Que le balanceaba,
Y le atrapaba en su aislamiento.
Así, solo,
Deambuló por el mar como barco cortando las olas,
sintiendo, como el que no sigue las reglas del tiempo,
Que la noche no acababa.
Las luces del bar tronaban
y la vió.
Ya la conocía, habían conversado,
Y se hicieron el amor. De mentira, sin palabras,
Con roces, con miradas,
bajo aquella luz de un falso albo.
Y el amigo enemigo italiano llegó
con su risa de mentira,
su falso interés,
y los trucos de quien ha visto a todas las mujeres.
Y ellos se hicieron el amor,
de verdad,
con susurros,
y sin luz.
Su petaca se vació, y con ella la noche.
Y solo,
callado,
borracho,
inseguro,
volvió a casa.

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