7 dic 2018

When I realise you were there

When you realise everyone was there,
and before everything and anyone else,
she was there.

When you realise you were so stupid,
you didn't even notice she was absolutly perfect.

If life isn't just destiny,
tonight we will cry,
for nothing to happen,
to be still mad tomorrow,
just if we want to.

I open my cold eyes of winter,
tired for not seeing you for a while,
still short but feels eternity though.

Who the hell was I
to destroy everything you made?
Who the hell were you
for not building it bigger?
Why don't you stay?

When I realise everyone was here,
and before everything and anyone else:
You were there.

Now is time for me,
to sleep the sleep of the madness,
for nothing to happen,
to be still alive tomorrow,
just if we have to.




2 dic 2018

El abismo que pende de un hilo

Llego al abismo que pende de un hilo,
viene conmigo una tormenta, mi pelo rizado,
que eran tus pérdidas aunque siempre ganabas.
Me acompaña trigo en calma de noche, el tuyo.
Vengo del lugar donde tu mirada me dijo,
que hoy la impunidad no la paga nadie.

Vivo de mi pulso mis tropiezos,
me persigue un oceano furioso de espuma,
quiere hundir mis pasos hasta el fondo y no me niego,
a aceptar dolor y pena con esta caída.
Llego del lugar donde tu alma dejó de pasearse por mí,
me dice que la culpabilidad no apaga a nadie.

Corrompo el cielo sobre mis ideas,
siguen mis pasos la tristeza en mi mente,
destilada en vasos sucios sobre ninguna barra.
Me escoltan los temblores de rodillas, como siempre que
sé que correrás hacia mi pecho al abrirte la puerta.
Se encuentra con mis pasos la ausencia de los tuyos.

Traigo pocos versos en demasiado espacio,
ellos guían mis ideas, ocurrencias, temores y temblores,
mi somnolencia, mis trazos, mi relieve:
Todas mis pérdidas con sus duelos.
Siempre señalan un norte nada claro tras la cima,
donde hoy también reina el abismo que pende de un hilo.




15 nov 2018

He oído tu nombre

No conozco a Dios, pero he oído todas sus atrocidades,
y puede que gobierne cuando hayamos olvidado nuestros nombres.
Sinceramente, espero verte antes de mi condena,
para ver si tu reconoces el rostro que llevo ahora.

No conozco a Dios, pero he oído que ya murió,
y está maldito el camino de mis tropiezos y aciertos.
Sinceramente, odio el nombre de esta historia,
deseo que muera el hombre que está en la mira.

No conozco a Dios, pero he oído que a veces viene
y visita una obra a telón cerrado por la quijada de un hermano.
Sinceramente, vivo demasiado cuesta abajo y por eso debo
mandar al infierno y su dolor el insomnio que arrastro.

No conozco a ningún dios, pero he oído su nombre,
y siento la fuerza que me viene de dentro y fluye.
Sinceramente, ningún costillar podría aguantar tanto,
al tumbarme ya no sueño y tan solo pienso en revivir.

No conozco a ningún dios, pero he oído tu nombre,
y quiero oírlo desde mi garganta cada vez.
Sinceramente, estoy petrificado del frío que vino,
tras aquel mal vino de botella que terminamos.

Conozco a algún demonio, el que vive dentro de mi,
y a derrota y lucha pelea por salir y ganar.
Sinceramente, lo atrapo y derroto siempre pero,
se alimenta de mis largas horas por venir.

Cuando vuelvo al portal de tu casa,
a veces consigue salir.





9 nov 2018

Este mal vino

Para cuando este mal vino se termine,
y hayamos caminado, huido y trepado a lo alto,
habiendo segado el aire con esas notas
de inmortalidad tenue que tienes.

Ven, abrígate, mi calor no es suficiente
para todo el frío que viene.
Ven, apártame de esta carretera
por la que nunca te enseñé a conducir.

Para cuando este mal vino se termine,
y tu te hayas marchado de mi,
me dejes echando de menos cómo mirábamos
la calle de camino a casa.

No debí dejarte mirar dentro de mi,
estos tonos grises manchados,
de negro rotundo, oscuro, casi absurdo.
No supe ser rio y rosas...

Para cuando este mal vino se termine,
y hayas olvidado mis manos,
mis rizos y mi cara al sonreír,
y solo veas mis tonos negros.

Me hagas odiar deshecho y a muerte
los días hilados de momentos cruzados,
si aquella luz en el techo de la habitación
me mira inerte y sin hacerme daño.

Para cuando este mal vino se termine,
y me hayas olvidado del todo,
juro que seré sombra.

Pero solo entonces.
Ahora corre,
corre y sírveme otra copa.




25 oct 2018

For her

Since I wrote I had this feeling of falling over.
I don't know if it was real, but it still hurts somehow,
somewhere between my lungs and chest.
If I still write for you:
Come here and take a sit by my side.
Come here and take a pice of mine.

Let me stare at your face while you're sleeping,
kiss your nose, see your eyes open and close my arms.
Because sleep by your side means more than my health,
means more than anything I have,
means more than anything I am.

Today I want to destroy the world,
undo all I did but you,
stay together stoned, watching an old street
pass us by like it is all brand new.

Forgive me by the way.

Forget my stupidity; it was my fault.
Now I will change myself, burning my failures down.
Say you still love me.
Say you will come back.

But today is not the day,
and like you and me,
I let this poem not finished.
Not finished yet.


18 oct 2018

Ladridos

Si has visto a un hombre ser feliz,
y desconoces si la certeza volverá a verte,
a penas puedes contener las ganas
de rabia y tercios de grandeza;
de una ventana por la que siempre la ves llegar.

Con infinito recelo caminas sin cordura
una atadura autoimpuesta, perenne y de seguro eterna,
en su revolver de sábanas antes de poder dormir.

Si te encierras en las páginas de clásicos,
y no concilias el sueño ni en tu propia cama,
temes tus propios actos y ya casi no vuelas,
necesitas un nuevo ritmo de carencia.

Un pelo rizo para un pelo liso,
mi eco en el patio de luces,
una luz bonita que nos ilumine.

Si cada día es más inerte que el anterior,
despiden pétalos y legañas los párpados,
corres largas ausencias de destino impío.

Si echas de menos su trotar hacia ti.
Si darías los brazos para que llegaran a ella.
Si necesitas algo.
Si crees estar solo.

Es que eres humano, recuerda.




2 oct 2018

Un suicidio del que no quiero formar parte

Este es un suicidio del que no quiero formar parte,
así que cántame
una de aquellas canciones tuyas,
donde terminamos dormidos, y el sol nos encuentra,
o de esas otras,
con mis letras y tu voz.
Tu voz...
Que no imagino un honor más grande para mis palabras,
que salgan de ti.
De ti...

Pero si me permites hacerte una petición,
cántame otra canción nueva,
y yo me tumbo, a oscuras.
Una en la que volvamos a vernos,
pronto, en tu puerta.
Una en la que expirar no sea solo
la mitad de respirar tu aire.
Una feliz, con tus eses que tanto me gustan,
con un tres por tres a la guitarra,
aunque no pueda seguir tus acordes
ni tu ritmo
ni tu tono
te juro que por dentro la cantaré,
aún sin aire.

Lo haré con las tripas,
el diafragma
y mis dedos,
juro que entonare mis pestañas,
afinaré mis pupilas,
y hasta mis pies bailarán al ritmo.

Cántame, de como debiste avisarme,
de no mirarte fijamente a los ojos,
o de hacerlo, conociendo el riesgo
de quedarme atrapado en ellos.

Cántame, no puedo dormir,
y no hay ningún sitio
a donde pueda ir.


29 sept 2018

Acción y consecuencia

Entorna la vista entre cuatro paredes que no son suyas, ni de nadie a tiempo completo.  Le aprisiona en el pecho la angustia del pasar o no pasar de las horas y los días, queriendo que el tiempo vuele hasta poder dormir de nuevo, pero que no corra tanto que le alcance. En la mesilla un bodegón  de tristeza y sencillez: Nada sano que comer, pero si un buen tabaco que fumar.

Pronto estaré bien, se dice. Pero hasta a él le suena a mentira y se atormenta por todo y por nada. Él se ha despertado a media noche, sudando y llorando. Acción y reacción. Acción y consecuencia. Rechina los dientes, no puede aguantar más. Arrastra los pies escaleras abajo hasta una calle que no conoce pasos si no son de camioneros dormidos, o gente que busca esconderse.

Le laten las sienes y el cuello, y nota más ahí el corazón que en el pecho, donde ella decía escucharlo al dormir. Mira una foto doblada en la cartera para volver a perder la cabeza, negar estar sano, necesitar su apoyo y no tenerlo. Apurar esa última hora que no tuvieron. Pronto estaré bien, se dice.

Los coches pasan a su lado pero no los nota. En el banco una vieja le mira y sonríe, pero ese regalo a él se le hace enorme, y corre al creer no merecerlo. Deambula por la única calle que tiene el pueblo, solo ve comercios cerrados y se le hace poéticamente correcto que él haya terminado ahí. Un lugar sin futuro, bonito a veces, por donde la gente pasa sin fijarse, dejando su marca y olvidando que algún día pasaron por aquella carretera desgastada. ¿Y si nunca volverá a estar bien?

Vuelve a la habitación de nadie y se sienta en la cama deshecha. La desesperación vuelve a encoger la habitación, que le aprieta hasta que necesita asomarse por la ventana, no para respirar, sino para volver de nuevo a mirar esa carretera. Esa carretera que le vuelve a indicar un camino de desaparición y huída. Que nadie vuelva a verlo. Esa carretera que le hace recordar el sueño en Alaska de los vientos por venir, y aún triste, encuentra hermoso aquél futuro huyendo.

Y sin embargo no imagina sus pies en otro suelo, ni descansar si no es en su cama. No puede pensar en una sonrisa que le mire si no es la de ella, ni levantarse bajo otro cielo.

Así ignoro yo la carretera desgastada, los vientos de Alaska y las gana de huir.
Toda acción tiene una reacción. Toda acción tiene una consecuencia.



17 abr 2018

Mis retinas en los rincones de tu pelo

Tus pisadas en el charco quieren una cita a ciegas con mis retinas, y ellas no se niegan. Solo quieren de testigo a la humanidad entera para que nos mire y por fin brille con ese toque de atardecer dormido.

Tú y yo a la misma altura, tú subida en un escalón y tus pisadas susurrando a mis pupilas, que ya está, que después de tanto perderme te he encontrado, y que ahora puedo ser y estar tranquilo. Que llueva si tiene que llover, que tus pisadas volverán a los charcos y de ahí a mis retinas. Que vengan todos los hierros al rojo que tengan que venir, que no podrán marcar nuestros rostros de mañana desvelada.

Me prometes que aún no he descubierto todos los rincones de tu pelo, que siga buscando un rato más, pero te digo que si sigo, volveré a perderme, y tu pasos tendrán que volver a pisar todos esos charcos para encontrarme dormido y agazapado debajo de un abrigo, aunque no tengamos frío.

Me doy cuenta que no se soltarte de un abrazo y busco siempre lo eterno en él, pienso si al apretarte mucho contra mi pecho te quedarás pegada a mi y conmigo, buscando los rincones en mi barba y esquivando hierros al rojo, y cuando llueva, si tiene que llover, me pregunto si tus pupilas también querrán una cita a ciegas con mis pisadas en el charco.


20 feb 2018

Aquellos días de tormenta

Si tras la tormenta, el día nublado y negro, dicen,
que los primeros rayos son los dedos de Dios
alcanzando el alma, decidme, ¿de quién son
estos dedos que me desgarran el corazón?

Hay mar pero no hay eco ni sonido en el bosque
ha estado lloviendo y el campo está mojado,
yo espero y tan sólo quiero que esta temporada
brote de las semillas lo mejor de los pasados años.

Esa agua tan pura que baja de la alta montaña,
por favor, jamás digas de esa agua nunca beberé
puesto que allí donde unos se calan y empapan,
allí mismito, otros agonizan y mueren de sed.

Un hombre ha terminado en la mina su jornada
y derechito va a casa cantando una canción,
espera su mujer y está mirando por la ventana
al tiempo que se santigua y reza una oración.

El color de la mañana es de brasa y es de plata
y duele como si de un puñal tan sólo se tratase,
sangra de mis venas la cera de una vela encendida
y he vuelto a la vida antes de que me llamases. 


17 ene 2018

Vuelos mecidos por el viento más cabrón

Siempre me sorprendo alzando un vuelo que termina en picado,
un quiebro que me trae de vuelta, me hace marchar más lejos.
Colgajos lastimeros me recuerdan que soy molino y piedra
de algún cruce de direcciones, una parada solicitada antes de tiempo,
una cabeza colgando de una pica.

A veces me sorprendo rompiéndome las alas contra tu roca,
tener excusa para no volver a echar un vuelo incierto,
esa excusa que no necesito para rozarte y anidar dormido en tu brazo.
Ojalá un balanceo nos haga quedarnos dormidos esta noche,
y que las que vengan tengan que esperar.

Solo cayendo sueño, siempre en diferido, que este cuadro no llora,
que no necesita de mi para ser bella, ella sola colapsa el cielo,
y mirar a la mar, y las estrellas, nevar se antoja feo.
Pero me mira cuando vuelvo a cabalgar las aceras con el trote que me vio nacer,]
a la vez la miro y el frío se me hace más cómodo, menos muerte.
Prometí a mis muertos dedicar mi ser entero al mundo.

No me preocupo cuando siempre siembro mis pies a un lado
de la calzada que cruza una ciudad oscura en luna llena,
cuna de cultura y saber a la vez que de odio y muerte.
En mi tapia no encontrarás marca alguna de balas rotas,
aún que si podrás verlas en mis dentelladas al cuervo y su luna.

Así, de este cuerpo coge lo que quieras si es que me vas a leer,
de arriba a abajo, página a página y muérdeme el cuello,
yo no querré despedirme y tu te agarrarás a mi brazo, aunque te aviso,
si no me sueltas, la caída en picado contra las rocas podría matarnos.
Yo no querré soltarte, espero que tampoco te importe que seamos,
dos animales con alas rotas quedándose dormidos,
mecidos por el viento más cabrón.