12 jun 2019

Entramar cordura

Me he convencido en entramar cordura todos estos meses. Un trabajo de mano a mano, paso a paso cerebro y llanto. Me he convencido de seguir vivo y que me merezca la pena estarlo. Y aún así pienso que la felicidad que tanto ansiamos es solo la unión  más pura, equilibrada (y por ello perversa) de deseo y temor. Por eso condensamos en nuestros minutos todo lo que deseamos de la vida y todo lo que tememos de la muerte. Esa es la única forma que conocemos de vivir siendo felices.

Y resulta que mi equilibrio necesita más de mi deseo de vivir cerca de ti ahora, más ajedrez, guitarra y mirar el techo juntos por la noche.

Pero resulta que mi equilibrio también quiere más temor a huir para ser enterrado sin ser señalado, y que no me importe tanto caminar solo.

Admito que mi equilibrio necesita más deseo y temor para seguir destilando felicidad.

Y sobre todo reconozco que mi equilibrio necesita un poco más de ti y no tanto de mí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario