Riego las zarzas del campo.
Camino descalzo sobre ellas y no sangro.
"Te odiarán por esto"
Dice el loco atado al árbol.
"¿Por qué?", pregunto
"¿Por regar las zarzas, o por no sangrar al caminar?"
El calla, yo no entiendo.
"¿Por qué?", vuelvo a preguntarle.
"Te odiarán por esto".
No hay comentarios:
Publicar un comentario