La prisión que aprisiona
Con semblante serio mi señal espero
la paciencia ilimitada ya no abunda,
que testigos estos ojos nunca fueran
de los caprichos del sino y la fortuna;
quien desde su cárcel ruega
que no exceda mucho el duelo.
Cargan de vista al ciego, antes lisonjero,
estas ideas que esclarecen la penumbra,
vanas sombras de la celda y de la cuna:
sólo temo despertar
porque avanzo sólo en sueños.
Me creéis cuando digo que existen diferencias entre 'esperas' y esperanzas. Pues bien, he aquí un ejemplo.
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