25 oct 2016

Cinco letras, cinco mil recuerdos.

No hay caídas sin tropiezos;
ya no se esquiva la piedra;
tan solo es ceniza y hueso;

Tener dinero;
y nadie con quien gastarlo.
Tener tiempo;
y no gastarlo a tu lado.

El otro lado de la cama;
se queda frío;
ansias de revolución empiezan a salir;
la almohada mojada quiere ir a por ti.

Las risas guardadas en el cajón;
como las fotos de los dos;
cuando vivimos en ese mundo;
que ambos habíamos inventado;
que a nadie importaba;
pero a la vez todos anhelaban.

No puedo dormir;
tan solo queda escribir;
las ideas empiezan a fluir;
la meta no es morir.

El corazón desea volver;
pero la cabeza no le deja;
la lógica pierde fuerza;
las piernas despejan.

Si (el humo del cigarro
no sale de ella){
mis manos no lían
arcadas inundan mi boca}.

Únicamente queda esperar;
esto es lo peor;
no te quiero olvidar;
con una sola de mi líneas. 

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