9 nov 2018

Este mal vino

Para cuando este mal vino se termine,
y hayamos caminado, huido y trepado a lo alto,
habiendo segado el aire con esas notas
de inmortalidad tenue que tienes.

Ven, abrígate, mi calor no es suficiente
para todo el frío que viene.
Ven, apártame de esta carretera
por la que nunca te enseñé a conducir.

Para cuando este mal vino se termine,
y tu te hayas marchado de mi,
me dejes echando de menos cómo mirábamos
la calle de camino a casa.

No debí dejarte mirar dentro de mi,
estos tonos grises manchados,
de negro rotundo, oscuro, casi absurdo.
No supe ser rio y rosas...

Para cuando este mal vino se termine,
y hayas olvidado mis manos,
mis rizos y mi cara al sonreír,
y solo veas mis tonos negros.

Me hagas odiar deshecho y a muerte
los días hilados de momentos cruzados,
si aquella luz en el techo de la habitación
me mira inerte y sin hacerme daño.

Para cuando este mal vino se termine,
y me hayas olvidado del todo,
juro que seré sombra.

Pero solo entonces.
Ahora corre,
corre y sírveme otra copa.




No hay comentarios:

Publicar un comentario