28 sept 2019

Calles y tumbas

Atiende,
si el agitar de mis párrafos se confunden con calles,
haciendo imposible encontrar un hogar sin marca sobre la puerta,
y terminas en calles que no son de verdad.
Así resulta demasiado fácil terminar en la casa de gente sin rostro
que siempre se devora y despedaza de noche y hasta el alba
y al atardecer avisan cantando una canción que mas que himno es llanto

No cierres los ojos:
Verás tumbas a medio abrir y estampas de santos predilectos en el campo,
de los que se perdieron en nuestras calles, confundiendo crujido con invitación,
teniendo solo a los pies de su lápida llantos de huérfano:
"Pobres dueños de traspiés y puñaladas en esos versos estrechos.
Pobres muertos que ya no pueden mirarse entre estas calles."

Ahora aprende, observa,
de entrada no te destierres sin revelar tus marcas y huellas,
ni cruces de noche bosques prohibidos,
recuerda coser, y no solo con hilos,
tu persecución a trote y rastras de un futuro más posible.

Haz del día y la noche una proposición caprichosa.

Haz del dormir y el despertar una indiferencia total.





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