27 oct 2022

Algo en el naranja me dice que no hemos terminado

Me acuerdo de ti mientras me echo el primer cigarro de la mañana. El sol calienta mi cara mientras miro todos esos colores sobre el trigo. Algo en el naranja me dice que no hemos terminado. Miro como el sol sube y anuncia al mundo que toca trabajar, pero a mí me dice que amanezco solo, y algo en el rojo me dice que puede que tú no. Cada trago de café me despierta un poco más y me lanza a una mañana que no quiero tener: Quizás tumbarme en la cama, leer un buen libro o verte reír podría animarme un poco más. Algo en el amarillo me dice que tú estás igual. Mientras me visto, apuro el café, me ato los cordones y lio el segundo cigarro de la mañana, quiero tener tú compañía, tu conversación y tu voz andando por casa; Algo en el naranja me dice que no. Mientras me siento y enciendo el tercer cigarro de la mañana te veo sentada ahí, donde nunca has estado (y quizás nunca estés), y te veo feliz, echando el humo de tu cigarro que quizás es el mío. Pero algo en el rojo me dice que ya es tarde.

Camino a media mañana por las calles y mientras fumo el cuarto cigarro, (¿o es el quinto?), algo en el amarillo me dice que me rinda, y es que no quiero, ¿estarás bien?

Mientras camino del trabajo me paro y pienso, mientras apago el siguiente cigarro del día, que posiblemente hoy tampoco sepa nada de ti, ni tú de mí, y se me antoja un día más triste, aunque algo en el naranja, el rojo y el amarillo me dicen que mañana quizás si. Mañana, quizás si.



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