3 jun 2022

Destruiría algo hermoso por ti

Partiría un craneo en dos por ti. Destrozaría una dentadura perfecta a puñetazos sin pensarlo. Me dejaría los nudillos contra las costillas de cualquiera que se atreviera a hacerte nada. Destrozaría un cuadro de esos que cuelgan en las paredes de cualquier museo moderno, sin dudarlo. Bombardearía todas las capitales del mundo e incendiaría las aldeas más pequeñas, sin importarme lo más mínimo. Abriría en canal todas las especies en peligro de extinción y talaría el Amazonas ante la mirada de algún indígena con lágrimas en los ojos; No sería un día para la piedad. Llenaría todos los mares de ácido de batería y cazaría cada ballena con arpones. Extinguiría todas las minorías y me enfrentaría a todos los ejércitos del mundo: No habría rival para mi furia. Lanzaría cócteles molotov a todas las embajadas, apuñalaría en el costado a todos los santos y patearía sus restos. Tiraría abajo cada muro de cada frontera y los construiría de nuevo, que a ti no te molesten. Derrumbaría toda torre que se atreva a darte sombra. Atentaría contra todos los hospitales, escuelas y residencias de ancianos solo si alguien te alza la voz. Enterraría vivo a todos los culpables, encerraría a los inocentes y juzgaría a todos los que están por nacer. Destruiría toda civilización y sería capaz de no llorar por ello. Arriaría todas las banderas, pues ya no valdrían nada después de que te ofendieran [si es que ahora valen de algo]. Dispararía fuego y metralla contra sus caras, puños contra sus pechos y patadas en sus rodillas. No consentiría nada menos que un perdón. Desmontaría todas las piezas de todos los puzzles, descolgaría todas los cuadros y cubriría cada estatua. Todo lo que no haya nacido de tus manos. Arrasaría las briznas de hierba que acaban de nacer y no son culpables de nada. Arrancaría todos los brotes que viera nacer y no se doblaran a tu paso. E idiota que soy, solo permitiría que fuera yo quien te hiera, y no quiero.





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