9 nov 2018

Este mal vino

Para cuando este mal vino se termine,
y hayamos caminado, huido y trepado a lo alto,
habiendo segado el aire con esas notas
de inmortalidad tenue que tienes.

Ven, abrígate, mi calor no es suficiente
para todo el frío que viene.
Ven, apártame de esta carretera
por la que nunca te enseñé a conducir.

Para cuando este mal vino se termine,
y tu te hayas marchado de mi,
me dejes echando de menos cómo mirábamos
la calle de camino a casa.

No debí dejarte mirar dentro de mi,
estos tonos grises manchados,
de negro rotundo, oscuro, casi absurdo.
No supe ser rio y rosas...

Para cuando este mal vino se termine,
y hayas olvidado mis manos,
mis rizos y mi cara al sonreír,
y solo veas mis tonos negros.

Me hagas odiar deshecho y a muerte
los días hilados de momentos cruzados,
si aquella luz en el techo de la habitación
me mira inerte y sin hacerme daño.

Para cuando este mal vino se termine,
y me hayas olvidado del todo,
juro que seré sombra.

Pero solo entonces.
Ahora corre,
corre y sírveme otra copa.




25 oct 2018

For her

Since I wrote I had this feeling of falling over.
I don't know if it was real, but it still hurts somehow,
somewhere between my lungs and chest.
If I still write for you:
Come here and take a sit by my side.
Come here and take a pice of mine.

Let me stare at your face while you're sleeping,
kiss your nose, see your eyes open and close my arms.
Because sleep by your side means more than my health,
means more than anything I have,
means more than anything I am.

Today I want to destroy the world,
undo all I did but you,
stay together stoned, watching an old street
pass us by like it is all brand new.

Forgive me by the way.

Forget my stupidity; it was my fault.
Now I will change myself, burning my failures down.
Say you still love me.
Say you will come back.

But today is not the day,
and like you and me,
I let this poem not finished.
Not finished yet.


18 oct 2018

Ladridos

Si has visto a un hombre ser feliz,
y desconoces si la certeza volverá a verte,
a penas puedes contener las ganas
de rabia y tercios de grandeza;
de una ventana por la que siempre la ves llegar.

Con infinito recelo caminas sin cordura
una atadura autoimpuesta, perenne y de seguro eterna,
en su revolver de sábanas antes de poder dormir.

Si te encierras en las páginas de clásicos,
y no concilias el sueño ni en tu propia cama,
temes tus propios actos y ya casi no vuelas,
necesitas un nuevo ritmo de carencia.

Un pelo rizo para un pelo liso,
mi eco en el patio de luces,
una luz bonita que nos ilumine.

Si cada día es más inerte que el anterior,
despiden pétalos y legañas los párpados,
corres largas ausencias de destino impío.

Si echas de menos su trotar hacia ti.
Si darías los brazos para que llegaran a ella.
Si necesitas algo.
Si crees estar solo.

Es que eres humano, recuerda.




2 oct 2018

Un suicidio del que no quiero formar parte

Este es un suicidio del que no quiero formar parte,
así que cántame
una de aquellas canciones tuyas,
donde terminamos dormidos, y el sol nos encuentra,
o de esas otras,
con mis letras y tu voz.
Tu voz...
Que no imagino un honor más grande para mis palabras,
que salgan de ti.
De ti...

Pero si me permites hacerte una petición,
cántame otra canción nueva,
y yo me tumbo, a oscuras.
Una en la que volvamos a vernos,
pronto, en tu puerta.
Una en la que expirar no sea solo
la mitad de respirar tu aire.
Una feliz, con tus eses que tanto me gustan,
con un tres por tres a la guitarra,
aunque no pueda seguir tus acordes
ni tu ritmo
ni tu tono
te juro que por dentro la cantaré,
aún sin aire.

Lo haré con las tripas,
el diafragma
y mis dedos,
juro que entonare mis pestañas,
afinaré mis pupilas,
y hasta mis pies bailarán al ritmo.

Cántame, de como debiste avisarme,
de no mirarte fijamente a los ojos,
o de hacerlo, conociendo el riesgo
de quedarme atrapado en ellos.

Cántame, no puedo dormir,
y no hay ningún sitio
a donde pueda ir.