12 dic 2012

Su cadera.

Un pie descalzo, el otro con calcetín,
al subir al tren, se ríen de mi.
Que ya no te huelo, ni puedo
verte sonreír.
Te beso, y te suelto la mano,
ésta esta ahora dolorida y muerta.
Te miro irte, y no comprendo.
¿Qué fue del "yo" contento?

4 comentarios:

  1. No duelen las despedidas si las piensas al revés, y sin encuentros.
    No me duele, soltarle la mano, si antes la he tenido presa.

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  2. Estás empezando a rimar, influenciado por tus compañeros de blog...Yo no digo ná...

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  3. Escritura prácticamente automática. Simplemente anoté "un pié descalzo, el otro con calcetín" en un papel a la 1 de la mañana, el resto es automático de ponerme al día siguiente a escribirlo. Rimo poco, y si lo hago, me sale, no pienso en rimar.

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  4. Yo suelo prepararlos para que rimen y si tienen métrica, me alegra un poco más. Pero ésto no quiere decir nada: sólo es otro método de trabajo :D

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