30 may 2017

all dressed up, and smelling of strangers

Ahora busco el recuerdo de un olor,
que me traiga el viaje de un piano lento,
un Sol rasgado que termina siendo un Si, siempre.

Ya no es dueña de mis deseos aunque
puede que yo sí de sus escalofríos nocturnos cuando
un recuerdo hace que se despierte y recuerde,
cuando nos partíamos a golpe de uña y diente,
bajo unas sábanas avergonzadas de ver
lo que nos hacíamos entre grito y risa.

Ese piano me hace recordar.

Al ritmo de un escalofrío su piel tersa,
me decía que siguiera acariciándola
si no quería que me olvidara al irse.

Al ritmo de una sonrisa sus labios,
me decían que siguiera besándola
si no quería que me olvidara al irse.

Al ritmo de su adiós siempre corto,
me decía que no la soltara nunca
si no quería que me olvidara al irse.

Recogía la ropa y cabalgaba lejos de aquí,
tras peinarse en el espejo mientras la miraba.

El ritmo de su olor en mi cama,
me grita que siga pensando en ella
si no quiero olvidarme de ella al quedarme.



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