7 feb 2017

Su cabellera para mis enredos.

Todas las cosas necesitan un pasado del que correr,
un aplauso que lo despierte de un trasnoche.
Yo que prefiero ser negado a corrupto y oxidado.

Pero decídselo a ella.

Cuando necesita huir desde mi cama sin moverse,
por si vuelvo siguiendo su camino de adoquines,
y encuentro las sábanas frías e inertes sin ella.

Rogádselo a los charcos.

Que se sequen y nos arrastremos para siempre,
hasta ser lodo denso y atrapemos los pies
de viajeros con botas y exilio.

Pero dejadme su pelo.

Para poder esconderme cuando lo necesite,
tener excusa para enredarme siempre los dedos.
Perderme y que solo me pueda encontrar ella.

A poder ser, enterradme en su melena.





No hay comentarios:

Publicar un comentario