22 feb 2017

Tu beso fue mi plaga.

Señales de Dios cuando no manda plagas,
ni muerte para todos los primogénitos,
cuando el único deseo es el de matar estirpes.

Nada abriga los brazos al rodear,
una mujer de pelo color tormenta,
pero el calor del pecho es suficiente.
Aún siendo aire en su libre tempestad,
galopo todos los átomos de su espalda,
en besos, caricias, arañazos y mordiscos.

Así soy siempre tuyo.


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