que cortes mis vasos con la radial de diamante,
de ese que brilla cuando no estás y tu oscureces.
Del marchar de tus huesos viene el llorar de poetas.
Desaparecerme hacia dentro y todo a pedazos,
un sueño recurrente entre las orejas de paja.
Cansado de ser yo quien sepa como sabe el no,
amartillar la pistola de luces y colores,
cansar a los cuadros de hablar de ti y de mi.
Para solo desaparecer cuando me entre en gana y solo,
hacer lo que me dicten los talones que me prestó Aquiles.
Partir de un beso mis brazos rojos y entumecidos.
Quebrar mi cara contra la acera al caer sin freno.
De mil pedazos renacer solo y echar a andar.
Caminar solo sin tener que pensarte,
y poder tener mi mente para mi y no prestarla.
Y ni siquiera eso significaría olvidarte.
Marcar mi piel a fuego y estrella encapotada.
Trasladar mi sangre al alma para que nunca duerma,
y dejar morir la parte de mi que nadie quiere.
Un cantar triste para la mayoría del mundo.
Un viaje sin regreso al cerrar la cubierta de un libro,
que dicta mi volver a traspiés.
Seguro como que mañana habrá un amanecer
tan seguro como que yo no lo veré ni querré.
Ser yo solo con mi mente y una pluma,
recuerdo de mi condena de no poder volar.
Quedarme dormido al correr y huir,
solo despertarme al llegar a mi hogar.
No importarme nada más que el frío,
que la niebla hijadeputa apremia por la mañana.
Encerrarme en la calle para nunca salir de ella.
Madrugar solo si es para verme sonreír.
Asustar al lobo que vive en mi pecho y quiere
comerse al pájaro que picotea mi rojo corazón.
Rojo por la sangre que tengo y la que derramé.
Roja la sangre, y roja la hoja del árbol que talaré.
La linea de tu mandíbula es perfecta,
de quijada a mentón y dientes.
Y aún más cuando se deja de morder por mi,
Pero menos cuando no se deja seguir y me toca correr.
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| Aleks Ginsberg "Ser joven es esto" |
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